La araña roja es la responsable de importantes pérdidas en cultivos de tomate. Nuestros peritos en agronomía la conocen bien. Por eso en este artículo queremos ayudarte a que la conozcas un poco más en profundidad para que sepas cómo identificarla, qué daños puede causar, cómo afecta a las plantas y cómo puedes combatirla.
Contenidos
¿Qué es la araña roja?
La araña roja es un ácaro de pequeño tamaño que mide alrededor de los 0´5 mm cuando ya se encuentra en su etapa adulta. A simple vista se puede identificar como unos pequeños puntos de color rojizo que pueden encontrarse tanto en las hojas como en los tallos de las plantas.
Pertenece a la familia de los tetraníquidos, y su nombre científico es Tetranychus urticae, aunque se conoce también por hasta 60 nombres vulgares más, entre los que se incluye la araña roja o el ácaro de dos puntos.
Seguramente puede extrañar que se le denomine araña roja cuando ya hemos dicho que se trata de un ácaro. El motivo de ello es su capacidad para tejer telarañas. De ahí que puede confundirse con un arácnido, aunque queda claro que no lo es.
A pesar de su pequeño tamaño, es capaz de causar importantes daños en los cultivos en muy poco tiempo, puesto que se reproduce con gran rapidez. Por eso se considera una plaga, sobre todo en invernaderos, donde es más abundante, así como en numerosos cultivos de exterior.
Como curiosidad, comentar que el genoma de la araña roja se secuenció en el año 2011. Fue el primero que se logró completar de la clase Arachnida.
¿Qué daño causa la araña roja?
La araña roja es una plaga, como ya hemos comentado. El grado de daño que puede llegar a causar dependerá de lo severa que sea la infestación de los cultivos, el tipo de cultivo y otras condiciones medioambientales.
Los primeros síntomas que podemos observar en los cultivos, son pequeñas manchas de un tono amarillento o blanquecino. Estas manchas suelen situarse alrededor de la nervadura central de la planta y de las venas más grandes. Cuanto más crecen las manchas, más aspecto blanquecino o plateado adquiere la planta.
Un daño del 30% de la superficie de la hoja, puede causar la pérdida del cultivo de tomate. Teniendo en cuenta que aproximadamente se destruyen entre 18 y 22 células de la planta cada minuto, y que la araña roja solo necesita unos 13-14 días para pasar de huevo a estado adulto, podemos hacernos una idea de lo rápido que puede ser el proceso. Si no se ataja a tiempo, entre el 70% y el 80% de la producción total puede llegar a perderse.
¿Cómo afecta la araña roja a las plantas?
Las ninfas y los ejemplares adultos son los que tejen telarañas en las que viven, pudiendo llegar a recubrir por completo las plantas del cultivo.
La araña roja suele encontrarse en el envés de las hojas. Como se alimenta de la savia de las plantas, es precisamente ahí donde le gusta perforar las células para, a continuación, poder succionar su contenido. Esta destrucción de las células afecta a la fotosíntesis, disminuyéndola de manera importante. También provoca un menor crecimiento de la planta y un aumento de la transpiración. Además, este ataque de la araña roja deja los cultivos totalmente a merced de diversos patógenos, como pueden ser hongos o bacterias, que pueden terminar llevándolos a la muerte en un elevado porcentaje.
La araña roja y el cultivo de tomates
Resumiendo lo anterior, podemos decir que la araña roja es causante de graves afectaciones en los cultivos de tomates. Los más destacables son los siguientes:
- Afectaciones directas:
- Como ya hemos comentado, la araña roja teje sus telarañas en las hojas de las plantas, lo cual es un signo que nos indica con claridad los primeros síntomas.
- Las manchas amarillentas en la epidermis de las hojas son otro síntoma de lo que está ocurriendo: una reducción de la fotosíntesis de la tomatera y, en consecuencia, una importante disminución de la producción.
- Afectaciones indirectas:
- Los daños que provocan las arañas rojas en las hojas de la planta para alimentarse con su savia, constituyen un importante foco de atracción de otras plagas, como pueden ser hongos, bacterias o virus, los cuales pueden terminar destruyendo el cultivo.
¿Cómo son los huevos de la araña roja?
Los huevos de la araña roja son esféricos, lisos y tienen un color ámbar o anaranjado.
Cada hembra adulta puede llegar a poner entre 10 y 20 huevos al día. Teniendo en cuenta que su ciclo de vida es de unas cuatro semanas aproximadamente, cada hembra puede poner un total de 80 a 120 huevos, que depositan sobre el tejido de seda.
Tras la puesta, la eclosión de los huevos tarda entre 3 y 15 días. Las larvas recién nacidas tienen 6 patas, son prácticamente incoloras y tienen ojos de color rojo brillante. En un período de 4 o 5 días pasarán a tener 8 patas, convirtiéndose de protoninfa a deutoninfa y de ahí al estado adulto.
¿Cómo combatir la plaga de araña roja?
La araña roja puede no resultar fácil de controlar, sobre todo en ambientes cálidos, donde se reproduce con gran rapidez. Por eso el mejor remedio es siempre la prevención y una buena vigilancia de los cultivos para poder actuar con rapidez ante el menor indicio de su presencia. Algunos factores que deberemos tener en cuenta, son los siguientes:
- La humedad inferior al 50% y las temperaturas superiores a los 30-40ºC, constituyen las condiciones ideales para el desarrollo de la araña roja, por lo que trataremos de evitarlas en la medida de nuestras posibilidades.
- Revisar de manera periódica los cultivos.
- Evitar que se sequen las hojas, manteniendo húmedas las plantas con un riego adecuado.
- Mantener lo más limpias posibles las zonas de cultivo, eliminando las malas hierbas y las hojas caídas.
Una vez que la araña roja ya ha hecho su aparición en los cultivos, tenemos dos formas principales de combatirla:
- El control biológico: En lugar de utilizar pesticidas que pueden eliminar tanto la fauna perjudicial como beneficiosa de nuestros cultivos, el control biológico nos permite ser más selectivos y atacar únicamente a la araña roja, sin perjudicar al resto de fauna ni a la planta. De esta forma llevamos a cabo una intervención mucho más ecológica. Para ello podemos ayudarnos de los depredadores naturales de la araña roja, como el Amblyseius Californicus, el Pgytoseiulus Persimilis o el Feltiella Acarisuga, entre otros.
- El control químico: Utilizando aceites, azufre y otros acaricidas específicos para la araña roja. Procuraremos siempre evitar tratamientos con insecticidas de amplio espectro, ya que no queremos terminar con la fauna útil.
Recuerda siempre que la mejor manera de asegurar la mejor gestión de los tratamientos y controles necesarios para evitar las plagas de araña roja, es dejarse asesorar por especialistas. Nuestros expertos están a tu disposición para resolver todas las dudas que aún puedas tener.
Comentarios recientes