Generalmente, cuando hablamos de riego, sólo pensamos en aplicar agua a nuestras plantas, cultivos, etc… Sin embargo, el riego puede utilizarse con otros fines. ¿Cuáles son los usos del riego en agricultura? Nuestros expertos en ingeniería agrícola ¡te lo cuentan!
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La importancia del riego en agricultura
Antes de empezar a conocer los diferentes usos del riego en agricultura, debemos conocer la importancia que tiene, dentro del mundo agrícola.
De hecho, sería muy difícil que el sector de la agricultura subsistiera sin riego, sin agua. Es decir, nuestros cultivos necesitan agua que, en algunas ocasiones, no siempre cae del cielo, en la cantidad suficiente.
La importancia del riego se basa en el hecho de que sería prácticamente imposible mantener el nivel de producción agraria actual sólo, dependiendo del clima.
Y, es que, el agua es indispensable, en unos casos más que en otros, para nuestros cultivos. Ya que, es la que se encarga de disolver los nutrientes del suelo que luego pasan a las plantas cuando, sus raíces, absorben el agua.
Como ya sabes, no todos los cultivos necesitan la misma cantidad de agua. Por esta razón es, por la que distinguimos, por ejemplo, cultivos de secano o de regadío.
Aunque, la cantidad de agua necesaria dependerá, en última instancia, de la especie vegetal que estemos tratando.
Pero, el lugar dónde se asientan las raíces de nuestras hortalizas, frutas y verduras, también es un factor a tener en cuenta. No podemos aplicar el agua de la misma forma para todos los tipos de suelo.
Es decir, el sistema de riego que utilicemos debe estar adaptado al tipo de suelo, su topografía (si existen pendientes o zonas más hundidas que otras), y a nuestro cultivo.
La importancia del riego en agricultura puede llegar a influir en la rentabilidad de nuestra explotación agrícola. Por ello, es importante tener en cuenta los factores anteriormente mencionados.
¿Cuáles son los usos del riego en agricultura?
Así que, para los que nos dedicamos al mundo agrario, el riego es un pilar fundamental que debemos conocer. Por ello, cuando hablamos de riego, no sólo nos referimos a la aplicación de agua a los cultivos.
Como ya te sonará, el riego puede tener diferentes usos en agricultura. Pero… ¿aún te preguntas cuáles son los diferentes usos del riego en agricultura? No te preocupes ¡los tenemos a continuación!
No sólo regamos nuestras explotaciones agrícolas para que crezcan nuestros cultivos. En un paso previo a la plantación de semillas, tenemos que preparar el campo, el suelo.
Así que, en esta fase previa, también tenemos que utilizar el riego como un recurso para preparar el suelo. Tenemos que estudiar su nivel de humedad y, en función de eso y de las prácticas de cultivo que vamos a llevar a cabo, aplicar agua.
En este caso, conseguimos que el suelo de cultivo no sea demasiado seco, aportando humedad. Además, el riego facilita la labranza del mismo y la preparación de las denominadas camas de cultivo.
Por otro lado, como bien sabes, también hay que considerar qué tipo de cultivo y cuáles son las especies que vamos a cultivar. De este modo, una vez que el suelo está preparado, comenzamos con el establecimiento de nuestro cultivo.
Aquí, aplicamos el uso del riego que todos conocemos, comúnmente. Aplicamos agua, por irrigación, para, entre otros: evitar desecamiento y mantener el follaje del cultivo húmedo, mantener un constante nivel de humedad en el suelo, etc…
El principal uso del riego en agricultura es el crecimiento y desarrollo de nuestro cultivo
En agricultura, para garantizar el máximo rendimiento de nuestra explotación agrícola, tenemos que aprovechar al máximo los recursos.
En el caso del agua, no sólo tenemos en cuenta el tipo de especie cultivada o el suelo. También, la etapa en la que se encuentra, dicha especie.
Los niveles de humedad del suelo variarán a lo largo del desarrollo de cada planta. Ya que, en cada una de sus etapas, necesitará un nivel de humedad diferente. Esta es una de las razones por las que es fundamental, aprender a diseñar un sistema de riego.
A la necesidad de agua que tiene una planta, se le denomina: requerimientos de irrigación. Lo determinamos, más fácilmente de lo que crees, dividiendo la cantidad de agua que necesita cada planta, por la eficiencia del sistema de riego que hemos elegido.
Hoy en día, los sistemas de riego por goteo son los más populares, con una alta eficiencia. Pero… ¿aún no sabes cómo evaluar la eficiencia por goteo de tu sistema de riego?
Otros usos del riego en agricultura
Nuestras explotaciones agrícolas están expuestas al clima, especialmente cuando no contamos con invernaderos.
En este sentido, el riego nos ayuda en los meses más secos del año. Consiguiendo humedecer el suelo. Esto es importante ya que evitamos el polvo: tierra muy seca que puede ser transportada, fácilmente, con los fuertes vientos.
Incluso, nos ayuda a proteger nuestro cultivo contra heladas. Por ejemplo, en zonas montañosas.
Por último, el uso del riego en agricultura, también, nos facilita la fertirrigación. Es decir, la aplicación de fertilizantes en nuestra explotación agrícola.
Como bien sabes, para asegurarnos por completo de que las plantas absorben los fertilizantes, que estamos aplicando, utilizamos nuestros sistemas de riego.
Podemos decir que optimizamos al máximo aprovechamiento de fertilizante, cuando lo combinamos con agua. Esto es, aplicamos fertilizante líquido.
Pero, recuerda, que cuando utilices otro tipo de productos en tus sistemas de riego, deberás eliminar los restos posteriormente.
¿Quieres sacar el máximo partido a tu explotación agrícola? Empieza maximizando la eficacia de tu sistema de riego. Ahora que conoces en profundidad todos los usos del riego en agricultura, además de su importancia… ¿Sabes qué sistema de riego es el ideal para tu cultivo? El Ingeniero Agrícola está esperando tus dudas para ¡solucionarlas!
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