El peritaje agrícola en daños a fincas e invernaderos, tal como el peritaje que se le realiza a los coches, es una actividad llevada a cabo por un técnico con la finalidad de medir el daño de algún evento inesperado y determinar los costos del mismo.

La agricultura como función económico-social, que implica arte, técnica, bienes, capital monetario y humano; es una de las actividades humanas más complejas y diversas.

Al tener las actividades agrícolas características tan variadas, resulta fundamental que el peritaje agrícola sea realizado por personal experto del área, incluso deberían ser especializados en una clase de cultivo.

 

¿Qué es el peritaje agrícola?

 

El peritaje agrícola es la inspección técnica de una finca o de un tema agrario con respecto a daños o conflictos sobre las tierras.

El peritaje agrícola comprende múltiples actividades, entre ellas:

  • Emisión de dictámenes sobre los daños producidos por pedriscos, incendios e inundaciones, sobre cosechas, plantaciones y otra clase de bienes agrícolas.
  • Partición de fincas, rectificación de linderos, los deslindes y los amojonamientos son trabajos que se realizan con frecuencia en el peritaje agrícola.
  • Trabajos jurídicos como participar en la elaboración de contratos agrarios, aconsejando y puntualizando cláusulas que han de beneficiar la buena marcha de la explotación objeto de contrato.
  • Trabajos topográficos, valoración, revisión y preparación de expropiaciones forzadas.
  • Tasación de daños y perjuicios.
  • Dirección y administración de fincas agrícolas propiedad de las compañías para las que trabaja el perito.

 

¿En qué condiciones es indispensable el peritaje agrícola?

 

Por lo general el peritaje agrícola se lleva a cabo cuando es necesaria la valoración de los daños ocurridos por algún evento inesperado como pueden ser:

  • Abandono por parte de quien la alquila.
  • Robos de cultivos, maquinaria, productos necesarios para la producción agrícola, etc.
  • Temporales o tormentas.
  • Vientos
  • Inundaciones

Las inspecciones de los peritos se pueden realizar por cuenta de las compañías de seguros y en otras ocasiones por solicitud de los afectados.

 

Pasos del peritaje agrícola

El peritaje agrícola es un proceso de valoración de los cultivos donde se realizan evaluaciones y exámenes, por lo general, para la cuantificación de los daños ocasionados en las producciones tras algún evento perjudicial.

Para la valoración se suelen usar métodos de sistema de muestreo probabilístico, eligiendo aquel que resulte más conveniente. Los criterios serán definidos por las normas especializadas de peritaje para cada tipo de cultivo.

En caso que la causa del siniestro no este esclarecida, de considerarlo necesario y en común acuerdo entre el perito y el propietario, pueden solicitar pruebas de laboratorio específicas.

El fin último de este proceso es determinar las posibles indemnizaciones.

 

Primer paso: Inspección inmediata

Durante esta etapa se recolectan aquellos datos de interés, para la ubicación en tiempo y espacio del escenario. Esta actividad la realiza el perito en la parcela, registrando datos como:

  • Fecha de la inspección y fecha en la que ocurrió el evento.
  • Estado de los cultivos (vegetativo o generativo) en el momento de la inspección y cuando se produjo el siniestro.
  • Nivel de cumplimiento de los requisitos técnicos mínimos en los cultivo.
  • Aseguramiento de todos los cultivos, una medida obligatorio.
  • Acciones realizadas para la conservación adecuada de los insumos y productos salvados, en caso que los gastos sean cubiertos por el grupo asegurador.
  • Cualquier otra circunstancia que el perito considere de interés para la realización efectiva de su trabajo.

 

Segundo paso: Tasación definitiva

El objetivo de esta etapa es tasar los daños de acuerdo a las cláusulas del contrato establecido con la aseguradora.

La tasación se lleva a cabo antes de recolectar los productos agrícolas. Se aplicarán a esta los criterios de las normas especializadas de peritaje y los deberes contraídos por el seguro.

El daño en la cantidad, se refiere la pérdida de peso de la producción real esperada como consecuencia del daño o siniestro.

La producción real esperada se refiere a lo que se hubiera obtenido en la parcela siniestrada, cumpliendo lo requisitos mínimos de las normas de comercialización, de no haber ocurrido el evento perjudicial.

El daño en la calidad, es la disminución de la categoría para la venta. Para ello se clasifica el producto en diversas categorías y de acuerdo a los daños se le asigna la pérdida de valor porcentual.

 

Tercer paso: Valoración de los daños

La documentación incluirá toda la información recolectada en los pasos previos. Entre ellos:

  • Gastos incurridos para disminuir los perjuicios así como salvar los productos y equipos posibles.
  • Los costes de reponer o sustituir el cultivo.
  • Las tareas productivas que se han suspendido como consecuencia del evento.
  • Deducciones y compensaciones.

Todos los pasos descritos deben ser ejecutados en las secciones del terreno siniestradas o en conjunto según las limitaciones de la póliza.

 

El informe del peritaje agrícola: la evidencia de los hechos

Toda la información recolectada y todas las evaluaciones realizadas deben ser debidamente documentadas.

El documento de tasación debe contener la descripción de los métodos empleados para la valoración, información respecto a todas las pruebas que se hayan realizado y la tasación final, así como cualquier otro aspecto de relevancia.

Se incluyen toda la información gráfica, fotográfica, audiovisual así como documentos de propiedad, contrato con la aseguradora, bienes, etc. que se haya recolectado para la realización del peritaje.

Este informe debe ser entregado en original y copia ante el seguro, el tribunal o en casos muy específicos ante un comprador, debidamente firmado por el propietario/asegurado y el perito.

Debe indicar si el propietario está de acuerdo o no con el peritaje realizado. Para este último caso se mencionarán los motivos que generan disconformidad.

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