La seguridad y calidad alimentaria, está experimentando un expectacular salto de vanguardia con el uso de las nuevas tecnologías.

Tanto es así, que la industria de la alimentación, y especialmente la cárnica, ha encontrado en el blockchain la mejor manera de limpiar su imagen. En algunos países la emplean como sistema de garantía y autenticidad de sus productos y acabar así con la falsificación de especies.

Aunque lo vinculemos a un uso financiero, y en especial al bitcoin, la tecnología blockchain se puede utilizar para documentar y registrar prácticamente cualquier cosa. Desde movimientos contables, a traspasos de bienes y servicios o simplemente información útil.

Precisamente su uso como tecnología de registro se está extendiendo en la industria alimenticia y de productos de consumo, porque cada vez más consumidores se preocupan por conocer el origen de lo que comen y por una producción sostenible.

Así es como surgió Provenance, una plataforma de productos autóctonos que registra sus datos de procedencia y manufacturación como garantía de calidad y sostenibilidad.

Ahora, a raíz de los escándalos de la industria cárnica, cuya reputación ha sido puesta en entredicho después de que se falsificara el origen de algunos alimentos (carne de caballo en lugar de ternera), ha surgido una startup que emplea el blockchain como garantía.

Se trata de Arc-net y aplica la cadena de bloques a lo largo de toda la cadena de suministros, para asegurar que los productos alimenticios son 100% auténticos y rastreables, creando una especie de “cadena de custodia” desde que el animal está en la granja y hasta que la carne llega al estante del supermercado. Antes de adquirirla, el consumidor puede consultar toda esa información escaneando el código QR que aparece en cada envase.

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